Vivimos un momento histórico como sociedad: estamos definiendo constituirnos de una nueva manera y lo hacemos, valga el juego de palabras, de una manera enteramente nueva. La propuesta de construcción de un estado social y democrático de derecho, ecológico, igualitario y participativo, fruto de una asamblea elegida con criterios de paridad y con escaños reservados, transforman a esta experiencia en un hito nunca visto en la historia constitucional chilena. Sin embargo, este proceso está amenazado por la concentración de los medios.
No es esta la primera vez que existiendo un escenario de absoluto desequilibrio en favor de una de las posiciones políticas en juego, Chile enfrenta procesos políticos de importancia gravitante para su futuro En esta ocasión la concentración de medios no sólo ataca la diversidad, sino, que ha generado un “sentimiento de desapego” con la Convención y su obra. Lo ha logrado tejiendo un entramado de afirmaciones que pasan como decisiones o acciones de los convencionales, en circunstancias que sólo se trata de propuestas no aprobadas o conductas estrictamente individuales. Los medios concentrados no están cumpliendo a cabalidad con la tarea de informar verazmente y menos con la de analizar críticamente: actualmente son fuente de desinformación, prejuicios y tergiversaciones.
En este panorama de abuso del poder mediático las radios universitarias están llamadas a jugar un rol en favor de la democracia, es decir, en favor de la diversidad de discurso y de la información y crítica veraz. Conviene enunciar sus nombres e invitarlas a asumir este rol: Radio Universidad Arturo Prat; Radio Universidad de Tarapacá; Radio Universidad de Antofagasta; Radio Universidad Católica del Norte; Radio Universidad de Atacama; Radio Universidad de La Serena; Radio Valentín Letelier, Universidad de Valparaíso; Radio Universidad Católica de Valparaíso; Radio Universidad Técnica Santa María; Radio Universidad de Santiago; Radio Universidad de Talca; Radio Universidad del Bío Bío; Radio Universidad de Concepción; Radio Universidad de la Frontera; Radio Universidad Austral de Valdivia; Radio Universidad de Magallanes y Radio Universidad de Chile.
Dado que la radio se inserta dentro de la actividad universitaria, no sólo la comunidad universitaria, sino también el país, puede tener la expectativa legítima de que la tarea radial se ejecutará apegada a los principios que informan la actividad educacional en Chile, y que persiguen, entre otros fines, afianzar el sistema democrático y la cultura de derechos humanos. Es el deber que pesa, entre otras, sobre las radios ya mencionadas cuyo influjo en sus territorios puede marcar la diferencia entre votar informado o votar lleno de prejuicios. En este sentido la misión de la radio universitaria de “vincular a la institución con la comunidad, a través de la difusión e información de las actividades institucionales y de la actualidad noticiosa, así como el fomento de las artes y expresiones musicales”, que suele encontrarse en las emisoras universitarias, vino a ser complementada por las leyes educacional y del sistema universitario.
Los próximos meses serán decisivos para que las radios universitarias se validen y legitimen una vez más ante su audiencia. Su rol combatiendo la concentración del mercado de medios puede marcar la diferencia entre una población que vote presa del tejido de tergiversaciones y falsedades que se viene construyendo para descalificar a la Convención Constitucional; y otra que decidirá aprobar o rechazar a partir de información veraz analizada críticamente.-
8 de Junio de 2022